Durante esta semana, dándole vueltas a todo este asunto, no sabía qué decir. La verdad es que hay muchas cosas que decir, pero no sé por dónde empezar.
En la revista había leído un texto que hablaba sobre el emprendimiento, y me llamo mucho la atención. En mi opinión, lo que terminé haciendo en vez de un plan, fue un conjunto de ideas sueltas en mi cabeza sobre este fascinante tema. Pero desde luego ya digo: siempre quise ese PLAN, pero no importa, llegará.
¿El emprendedor nace o se hace? Mucha gente tiene una lógica emprendedora o sentido común emprendedor que le permite desarrollar destrezas emprendedoras con la misma facilidad con la que se respira, aplicando sus principios en todo o casi todo lo que hace. Otros, en cambio, necesitan pulir sus acciones y adquirir conocimientos especializados en muchas materias para así recién acercarse al mundo emprendedor. Digamos que a este segundo grupo el conocimiento le da más seguridad para emprender. La discusión en que si nace o se hace es irrelevante. La idea es que exista ¿no? Bueno, en fin. Pero, cualquiera sea el caso, es necesario entender que el emprendimiento es una actitud frente al vida; es una forma de pensar y actuar alrededor de las oportunidades que empuja al emprendedor a crear organizaciones para explotarlas.
Pienso que si no es mala una decisión, eso se definirá dentro de un tiempo. Quiero decir que el emprendimiento debe ir de mano de la felicidad: el emprendimiento como habilidad, junto con algunas herramientas del conocimiento, principalmente marketing, ha permitido seres humanos más felices. Por otro lado, la creación de nuevos productos y servicios que satisfacen nuevas necesidades es el juego que mantiene vivo al emprendimiento. La satisfacción de tener un negocio propio es muy elevada, no solo porque es una fuente de ingresos, sino porque es una expresión absoluta de libertad y dominio del tiempo, quizá los más grandes anhelos históricamente deseados por el ser humano. Si bien los empresarios son muchas veces esclavos de su negocio, tienen una libertad y control de su tiempo varias veces mayor al que tiene el común de los empleados y funcionarios de la empresa. Ser dueños de su tiempo para muchos empresarios es lo más valorado de su independencia, incluso por encima de su nivel de ingresos, algo que los hace muy felices.
Claraso, Noel tubo una visión en la cual había una gran ciudad que al tomar todos los caminos te llevaban hacia él. Eran todos los caminos que te llevaban a Ness, donde se compartía una misma cultura, por ser los mismos cultura. Quizá no estaremos de acuerdo con los separatistas, neoliberales y en a la que también un estado intervenga en la economía de los mercados. Pero eso era diferente. Hablaba de una gran reforma sin reforma, de lo posible aunque suene estúpido, pero al fin al cabo si se puedia ¿no?
Vi que el emprendimiento de nuevos negocios es el responsable moderno de la creación de valor en el mundo. Nada lo iguala. Más del 95%, creo, de la economía de los Estados Unidos está sustentada en negocios formados por empresarios que partieron de una idea y formaron una pequeña empresa convencidos de su potencial de desarrollo. Los miles de trillones de dólares que produce anualmente ese país están generados por empresas cuyos propietarios son personas comunes y corrientes, (¿Cómo nosotros?.... Sí) que tomaron en algún momento la decisión de ser los principales responsables de la formación de su propia riqueza. Esa voluntad colectiva ha convertido a la economía de ese país en la más poderosa, y a su mercado en el más grande del planeta. Si ellos pueden, por qué no también hacerlo nosotros, y aun mejor.
El emprendimiento supone diferenciar las oportunidades de las ideas comunes con escaso o nulo potencial de desarrollo. Todos podemos proponer o escuchar ideas de negocio, a todos en mayor o menor medida se nos ocurre o pasan por nuestras cabezas, pero no todas las ideas son oportunidades. Lo que caracteriza una oportunidad es el potencial comercial y financiero que pueda tener el mercado. Si ambos no se presentan de la mano, no habrá mucho espacio para su explotación. Emprender con ideas que no son buenas oportunidades es costoso, desgastante y frustrante.
“Algún día seré empresario”. Normalmente las personas que tienen clara una oportunidad de negocio pero que postergan el primer paso para iniciarlo se quedan con las ganas de hacerlo. Y así se les pasa la vida. No es lo mismo empezar a los 17 que a los 40. Las motivaciones de cada etapa son diferentes. No postergar el inicio termina siempre casi siendo lo mejor…
P.A: leerlo con “concierto para piano n°21” de W.A. MOZART.
Atte: FrankillerXD_---Gb10000pp…(x_x)

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